Cuento cinco
Y dos como.
Cuento más de lo que como.
Por eso me quedo en los huesos
Que ya ni tengo.
Las fuerzas para comer
Se las llevo un alguien
A quien el placer de conocer
No tuve.
Ahora bien,
Cuando ese roba apetitos y yo
Nos crucemos en el destino
Pienso decirle un par de palabras mal dichas
Y, después de enamorarme su nariz,
Le diré que se quede
Con mis ganas de comer
Y con mi último hálito de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario