viernes, 23 de abril de 2010

-ANTES DE LAS 12-


Si llamas después de las 12
No seré persona de carne y hueso.
Después de las doce
No seré carne,
No seré huesos,
Ni tendré aliento ni versos después de las 12.

Después de las 12 seré alma de alguien
Que toma prestado mi cuerpo
Para escribirte susurros en paginas inexistente.

A ti extraño.
A ti alguien incomprendido.
Que como este alma,
Gritas amordazado por salir del mundo
Y reencontrar,
O reinventar,
Otro espacio utópico y verdadero
Donde las palabras no existan,
Donde las lenguas sean abstractas,
Mudas.
Donde no haya lugar para el odio,
Donde no haya odiados...

Reinventareis ese lugar
Durante seis madrugadas.
Y la noche del séptimo día,
Antes de las 12,
Me llevareis a vuestro cielo,
Para que mi alma,
Despojada de todo,
Nuda,
Pueda unirse A vuestra orgía de amor ...

domingo, 11 de abril de 2010

-MIRARTE ETERNAMENTE-

Nada menos que luna
Te regalo en estas letras.
Una luna serena,
Sensata,
Llena.
Nada menos que la luna
Para colgarla en el alféizar
De tu ventana
Y mirarla cómplice
Mientras extrañas la costumbre
De un beso de buenas noches,
O el aliento de algo que crece
En la habitación contigua.

Algo de ella me recuerda a ti.
Al poso malgastado que aun me queda de ti,
Amago y nostálgico
Acalórico e inmutable.
Pesado en mis huesos
Y desapercibido en mis pensamientos.
Mientras, lamentos albinos
Se camuflaran en los grados
De tu whisky sin empezar.
Y el recuerdo nítido y contrastado
De ese verano que dejaste a medio atar
Te lapida la cabeza
Anulándote el sentido y la senda.

Respira profundo,
Y grita,
Grita hasta que los dioses
Se alarmen por haber dejado
Enloquecer a un alma...

Nada se me hace normal en la calle.

Tus sensaciones la rodean,
Siendo aura de estética en estado puro…

Calles decoradas con gente.
Gente haciendo vida la calle, Y vida, que no quiere ser temida, Se disfraza de colores cálidos

Lista para ser bebida.
Locuras
Solo busco la psicosis divina
Que alimente mi retina
Mi rutina…
Embriagada de hipnosis y nicotina…

¿Qué fue de mi calle?
La lanzaste a lo salado del mar
Para que las olas
Le encontrasen mejor destino.
El nuestro nunca le perteneció.
Fuimos tejiéndolo mecánicamente,
Con la única escusa
Del tiempo en un calendario,
Que fue uniendo y desuniendo
Cada punto que zurcimos sin querer.

Otra oportunidad,
Otra oportunidad,
Otra oportunidad…
Y otra más…

El canto de las sirenas marchitas
Que no callan
Ni dejan callar…
El eterno vaivén
De palabras malcuzadas,
Que hurtan sueños e ilusiones,
Y ciegan los ojos
De aquellos
Que no se atreven a mirar…

Ahora cientos de expresiones enajenadas
Giran en torno a la mía,
También ajena,
Emitiendo silencios chillones
Que se cuelan en mi oído
Descodificando el Morse de mi tímpano
Y velando por completo mis sentidos.

Tullida ante figuras de terror y tierra,
Sigo mirando a mi zurda y ami diestra,
A mi siniestra…
Chocando con metáforas de personas
Que ambicionan ser normales.
Ignorando lo que son:
Psicópatas consustanciales…

Ojos punzantes se clavan en mis pupilas.
Palabras plomizas
Se amontonan sobre mi mochila
Unos pasos firmes y sonoros
Van descubriendo la innata originalidad escondida…
Y de repente el vagón de metro
Se convierte en una invasión alienígena
Disfrazada de mortales.
Que aun ignoran que dentro de ellos
Se esconde la revolución
De los locos paranormales...

Dame,
Para sobrevivir algo más
En este mundo de locos desconocidos,
Un microsegundo de tu vida incesante,
Para que pueda parar el sol
Y mirarte eternamente
Sin que nadie lo sepa…