lunes, 23 de noviembre de 2009

-manantial virgen para una vigen-

Y sus sensaciones la rodean, Siendo aura de estética en estado puro… Calles decoradas con gente. Gente haciendo vida la calle, Y vida, que no quiere ser temida, Se disfraza de colores cálidos lista para ser bebida. Se convierte en deber el sorber a tragos largos Las esquinas de Madrid, Y ceder el alma al alma, Y el viento al destino. Madrid, Manantial virgen para una virgen, Busca ser descubierta , Sin descubrirse. Sin desvestirse, Pero desnuda. Regalándose a cualquier ojo indiscreto Que le sepa mirar con sensualidad Y se encuentre con el ácido de su jugo nominal. Exprimiéndola sin piedad, Ella... Sin potestad, Sin señales luminosas que le indiquen el camino. Solo dejándose llevar , Dejándose robar sentimientos Resignada Y sin aliento. Hambrienta de rarezas subjetivas De imágenes nunca antes registrados en sus pupilas De alientos sin compasión Y latidos sin sentido ni razón. Locuras Ella busca la psicosis divina que alimente su retina Su rutina… Embriagada de hipnosis y nicotina…

-sin que nadie lo sepa-

Dame un microsegundo de tu vida incesante, Para que pueda parar el sol Y mirarte eternamente sin que nadie lo sepa…

-nunca le pereneció-

Arrojaste a merced de las corrientes Todos nuestros recuerdos permeables, Intentando, Sin fe ni fuerza, Decolorar lo que siempre supimos imborrable.. Hiciste un burruño con papeles entintados Que fuimos escribiendo en cuarentena de amor, Y tapiando tus ojos, Esos que ya nunca volví a ver abiertos, Lo lanzaste a lo salado del mar Para que las olas le encontrasen mejor destino. El nuestro nunca le perteneció. Fuimos tejiéndolo mecánicamente, Con la única escusa del tiempo en un calendario, Que fue uniendo y desuniendo Cada punto que zurcimos sin querer.

-la nada existencial-

Propongo jugar a la nada existencial. Sigue mis consejos. No; cumple mis órdenes tajantes a la voz de un si señor. No es una proposición, es un edicto vital. Sella tus ojos resecos con botón y ojal de la caja del infierno. Insonoriza tus oídos cautivos del eco. Amputa tus extremidades y arráncate las cuerdas bocales. Una a una. Lentamente. Sintiendo la tortura placentera que desgarra tu garganta. Abrasa tus papilas gustativas con café escaldado e ignora tu olfato también. ¿No sientes flotar en la nada del espacio y tiempo? Líbrate de las pasiones y despójate de todo cuanto has visto, oído y sentido. Deja que succione tus lágrimas salvajemente. Será como hacer el amor. Y olvida que alguna vez sonreíste. ¿Aun te duele la vida? Borra la silueta de la gente en plural, y en singular. Deshazte de la primera persona. Y olvida que fuiste animal fatal. Y ahora, una vez liberado de tu existencia, róbale sensaciones a lo infinito, y guárdalas en el tú utópico, para que cuando vuelvas a lo que fuiste antes de jugar con fuego, comiences la crónica sobre unos folios etéreos y sobrehumanos.

-mentiras propias-

De que color me pinto la cara Si ya no me creo mis fieles y déspotas convicciones? ¿Mis sensaciones? Cartón pluma al baño maría. Y mis emociones Aguarrás caduco con espuma de afeitar… ¿Alguna ves creí lo que te reprochaba, O todo se ha vuelto de patos abajo en cuestión de segundos…? De ser ciertas mis hipótesis sanguíneas, Serás siempre mi más y fiel. Si fueren falsas un nubloso futuro nos depararía…

-lamentos albinos-

Lamentos albinos Se camuflan en los grados de tu whisky sin empezar. Y el recuerdo nítido y contrastado De ese verano que dejaste a medio atar Te lapida la cabeza Anulándote el sentido y la senda.