domingo, 26 de abril de 2009

como un cigarro

Cual cigarrillo en mi boca se consumieron... Poco a poco. Inspirando despacio cada calada. Viendo como la ceniza crecía quemando el papel, haciendolo desaparecer para siempre… Reduciéndolo a diminutas virutas que hubieron de perderse en algún desagüe. Saboreando el sabor del tabaco en cada cigarro, Temiendo siempre que fuese el último. Siempre sin prisas. Disfutando de cada calada. Un cigarro no ha de fumarse apresuradamente. Ha de hacerse con elegancia. Primando la calma en todo momento. Pero se consumían antes de lo deseado. antes de lo calculado... A pesar de que las caladas fueron siempre pausadas. Mezcladas con las sensaciones que me producía el vicio. Tranquilas… Aunque hube desaprovechado algún cigarro por culpa de la locura. Que soy yo. Atolondradamente. Creyendo sentir absoluta necesidad, Creyendo depender de la nicotina en mis pulmones para seguir siendo yo. Pero yo seguiré siendo yo siempre… Mi cara no cambiará, Y mi espíritu seguirá volando libre… Se irá por los senderos del humo… Encandilado por el olor… No hará caso de nadie, Ni siquiera a mi misma me obedecerá… Solo seguirá el rastro que dejó el tabaco… Se guiará por el olfato… y por el amor… y por el dolor... y así, consumidos, quedaron mis primeros dieciocho años... reducídos a cenizas que ya solo sobrevivirán en mi recuerdo...

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